El día domingo 26 de marzo en toda la región Piura amaneció lloviendo, muchas
ciudades habían soportado más de 36 horas de lluvia de manera ininterrumpida,
las consecuencias iban a llegar pronto. Piura, Catacaos y muchos otros pueblos
lo iban a sufrir en carne propia. Ese mismo día domingo como a las 8 de la mañana las alarmas del COER ya habían
confirmado la fuerza con la que venía arrastrando el río en distintas partes de
Piura como Morropón, Tambogrande, etc; el caudal en muchas zonas había superado los límites esperados; el desborde era inminente, solo era solo
cuestión de horas.
Las emisoras locales y del país como RPP, ya avisaban del daño que esto
podia ocacionar al bajo Piura y que era necesario evacuar las zonas de riesgo como Catacaos, Cura Morí, Pedregal, Pozo de los Ramos, etc, pero muchos de nosotros permanecíamos atónitos,
otros éramos hasta cierto punto incrédulos
de lo que se venía.
El fatídico día llegó, eran las 6 de mañana del día lunes 27, las alarmas de emergencia,
ambulancias, patrulleros daban las primeras señales de que el rio venia aumentando
cada vez más el caudal y así que a las 7 de la mañana el agua comenzó a sobre
pasar el puente independencia y Sánchez Cerro, la gente quedó varada de ambos
lados (Piura - castilla).
Poco a poco el río sobrepasó lo 3600. 000 mt cúbicos por
segundo y comenzó a ingresar por las grietas de los disques del malecón. Ya
todo estaba fuera de control, tal como lo dijo un morador de catacaos en una entrevista luego "todo
estaba consumado", las calles de la ciudad se fueron llenado, el distrito de
castilla era un lleno total, los centros comerciales más importantes de Piura comenzaron a colapsar. El hospital Regional José Cayetano Heredia, la UNP eran un
lleno total y así podemos mencionar miles
de viviendas en las mismas condiciones.
El río seguía en aumento y en ese momento ya todo era
un caos, la gente gritaba pidiendo auxilio, las sirenas aturdían por todos
lados y los helicópteros sobrevolaban todo la ciudad, la gente estaba aturdida,
muchos entraron en pánico, caminaban de un lado a otro despavorida; no podían creer
lo que estaban viendo, algunos envanamente pretendían proteger sus viviendas y negocios, ya era
demasiado tarde.
Así el río y sus frías aguas se adueñaron de la ciudad, seguía su
rumbo entrando por donde se le plazca, ya nadie podía hacer nada; fue así como llegó hasta Catacaos invadiendo toda esta hermosa ciudad turística, los terrenos de cultivo y
viviendas en un mar completo; el resto ya es historia, todos sabemos lo que realmente paso y lo que está pasando.
Ahora solo queda un gran dolor, mucho por hacer y el espiritu luchador de querer salir de todo este desasre que muy bien pudo haberse evitado.
Esta es la triste realidad en la vive Piura y de todo el Perú.