Este robusto árbol llamado científicamente con el nombre Prosopis Pallida, por el género y especie al que pertenece, llega a medir en la mayoría de casos más de 20 metros de altura y es fácil encontrarlo en casi todos los sectores y alrededores de las ciudad de Piura, Chiclayo y tumbes, sus largas raíces hacen que el noble algarrobo encuentre agua subterránea y no dependa del riego habitual o del agua de lluvia.
El algarrobo es un árbol de ramas entrelazadas, hoja pequeña y cuyo fruto en forma de vaina de color amarillo es recogida por los lugareños durante los meses de verano el cual cae de manera natural.
La potencialidades que obtenemos de este árbol son muchas, entre ellas, el forraje que sirve de alimento al ganado, la algarroba que se emplea para obtener productos como la algarrobina, té de algarroba o té ecológico, harina de algarroba, toffees, entre otras variedades.
Además sus ramas y tronco son empleadas como combustible para las cocinas artesanales, a través del conocido carbón, sin embargo esta última condición es sobreexplotada en algunas zonas y pone en peligro su existencia de este imprescindible árbol.
La algarroba
Este fruto se emplea como base para obtener diversos productos. Uno de los más comercializados es la algarrobina para lo cual se debe primero almacenar por espacio de dos o tres meses la algarroba con la finalidad que esta se deshidrate, después se limpia y posteriormente se da una primera cocida hasta que la vaina se deshace, para luego prensarla, filtrarla y darle una segunda cocida, en hornos de leña, donde empieza a tomar la consistencia espesa y dulce, precisa Estela Arroyo, quien pertenece a la comunidad campesina Apóstol Juan Bautista, donde diversas personas trabajan la algarroba.
Hay quienes han visto en este producto un medio para generar ingresos económicos. Muchos de nuestros paisanos se dedican entre los meses de diciembre, enero y febrero a la recolección de la algarroba para luego procesarla y obtener diversos productos.
En promedio logran recolectar entre 200 a 300 quintales a lo largo de su bosque seco, que tiene una extensión de mil 054 hectáreas, sin embargo hay un grave problema que preocupa a muchos de los que amamos la naturaleza y sobre todo a este árbol de orgullo Piurano, la tala indiscriminada sigue ocasionando un grave daño a nuestro bosques que cada día son cada vez menos.
Este fruto se emplea como base para obtener diversos productos. Uno de los más comercializados es la algarrobina para lo cual se debe primero almacenar por espacio de dos o tres meses la algarroba con la finalidad que esta se deshidrate, después se limpia y posteriormente se da una primera cocida hasta que la vaina se deshace, para luego prensarla, filtrarla y darle una segunda cocida, en hornos de leña, donde empieza a tomar la consistencia espesa y dulce, precisa Estela Arroyo, quien pertenece a la comunidad campesina Apóstol Juan Bautista, donde diversas personas trabajan la algarroba.
Hay quienes han visto en este producto un medio para generar ingresos económicos. Muchos de nuestros paisanos se dedican entre los meses de diciembre, enero y febrero a la recolección de la algarroba para luego procesarla y obtener diversos productos.
En promedio logran recolectar entre 200 a 300 quintales a lo largo de su bosque seco, que tiene una extensión de mil 054 hectáreas, sin embargo hay un grave problema que preocupa a muchos de los que amamos la naturaleza y sobre todo a este árbol de orgullo Piurano, la tala indiscriminada sigue ocasionando un grave daño a nuestro bosques que cada día son cada vez menos.
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